El Qosqo imperial está a punto de sucumbir ante las fuerzas de un
ejército bien organizado y poderoso, al mando de tres generales famosos: Hanko
Ayllu y Astu Waraka y Umay Waraka. Es el ejército Chanka que viene arrasando
con todo aquello que encuentra a su paso, y asesinando a todos los pueblos que
ofrecen resistencia; es el bélico poder Chanka en camino a la capital del
Imperio Inka.
Wiracocha y su hijo Urqo, éste último elegido sucesor por el
primero como Inka del Imperio, al enterarse de la marcha sangrienta del
ejército Chanka hacia el Qosqo, huye abandonando la capital y dejando
desprotegidos a sus pobladores en medio de sus desesperaciones, angustias, y
lágrimas impotentes de mujeres, ancianos y niños.
El joven príncipe Kusi Yupanqui, indignado por la cobardía de su
padre y hermano asume la responsabilidad y opta por resistir y defender la
tierra de los hijos del Sol; decide en aquellos momentos de toda la historia de
los inkas,cuya consecuencia dejará sentada las bases para la consolidación
final de aquella gran cultura.
Juvenal Alvarez Espinoza.
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